Una historia que fusiona el amor con la obsesión, el deseo con la venganza y que otorga una nueva mirada en la irresistible atracción de dos polos opuestos.
Pasión, estrategias, un amor que se ciñe como un incontrolable incendio sobre unas débiles cenizas que parecían haber olvidado que podían arder… Twisted Love, es la primera novela de la tetralogía publicada originalmente en inglés por la autora estadounidense Ana Huang que, con tan solo 34 años, ha logrado llegar a la cima de los más vendidos. Con una solapa celeste y relativamente discreta, la escritora construye una historia movida por polos opuestos. Por dos corazones solitarios que aún diferenciándose como una enorme dicotomía en la gran mayoría de aspectos, rasgos y objetivos, les unía el deseo más importante: el de encontrar a alguien en quién puedan confiar de verdad. Ava Chen es la típica universitaria inundada de idealismo, del sueño de un gran amor. Alex Volkov es un hombre frío, perverso y hasta calculador que jamás creyó que su salvación se encontraría en unos ojos a los que siempre había ignorado. Sin embargo, la cotidianeidad de tener una tragedia en común, de conocer a la perfección el sabor áspero del dolor, es suficiente como para que sus vidas se vinculen para siempre.
A simple vista, esta primera entrega que propone Huang no es nada diferente, la cuestión es que tampoco pretende serlo. Con estereotipos comunes en la literatura romántica juvenil como el famoso enemies to lovers, aunque es cierto que ese odio dura más bien poco, y unas escenas eróticas que dejarían a cualquiera con la sensación de estar ahí, presente, viendo como se devoran hasta el alma, es un libro del que no te separas hasta que llegas a la última página. Podría decirse que es adictivo: ansías saber cómo Ava estuvo a punto de ser ahogada por su madre o como Alex presenció en su infancia el violento asesinato de toda su familia. Es un viaje rápido, salvaje y ameno. Una efimeridad que se ve contrastada en la continuación del universo narrativo que se plantea en las tres obras siguientes. En realidad, se podría considerar una novela autoconclusiva, pues se conoce el desenlace de sus vidas, sus relaciones y su mundo al final de las 385 páginas que la componen. En las siguientes ediciones, Huang se centra más bien en los acontecimientos que rodean a las amigas de Chen: Bridget, la princesa de Eldorra, Jules, su mejor amiga y Stella, una influencer de moda. Esta es, quizá, una de las mayores virtudes de la saga Twisted, no se hunde en tramas redundantes ni extensiones innecesarias, sino que ofrece al lector únicamente lo que necesita para disfrutar de estos personajes tan variopintos, especiales y emocionales.
Leer Twisted Love y el resto de ediciones posteriores, es una decisión acertada si buscas una relación romántica repleta de protección y posesión, un nudo de drama, acción e incontrolable intriga. ¿Entregarías todo lo que siempre has querido por amor? Deberás quedarte hasta el final para descubrirlo.