La artista norteamericana estrena el tercer sencillo de su próximo disco con una estética visual impactante y una sonoridad que consolida su madurez artística.
Una cuenta atrás más emocional
Tras el éxito de sus dos primeros adelantos, “Prelude” y “Something Beautiful”, Miley Cyrus lanza “End of the World”, una canción intensa, melódica y profundamente introspectiva que forma parte de su próximo álbum, Something Beautiful, previsto para el 30 de mayo.
Con este nuevo lanzamiento, la cantante no solo continúa ampliando su registro sonoro, sino que también da un paso firme hacia un enfoque artístico mucho más conceptual, donde imagen y música se funden en un universo muy personal. Lejos de los artificios o del impacto inmediato, aquí Cyrus elige el camino contrario: el de la pausa, la introspección y esa vulnerabilidad que tanto cuesta mostrar, pero que tan fácilmente conecta. “End of the World” es, de hecho, una pieza que confirma a la estrella de Disney como una de las voces más sólidas y versátiles de su generación.
«End of the World»: Sonido elegante con ritmo de los 80
Hay canciones que no necesitan alzar la voz para quedarse contigo. Eso es exactamente lo que ha conseguido Miley Cyrus con “End of the World”. En esta nueva entrega, Cyrus apuesta por una producción envolvente que mezcla pop alternativo, ecos de sintetizadores ochenteros y una cadencia rock muy cuidada. La canción se construye sobre una base rítmica elegante, pero contenida, dejando que su voz —cálida, quebrada, casi confesional— ocupe el primer plano emocional.
El tema trata sobre la incertidumbre, el paso del tiempo y la fragilidad de los vínculos humanos cuando el mundo parece venirse abajo. No es una balada al uso, pero tampoco una canción de ruptura: es una reflexión en forma de melodía sobre lo que se mantiene incluso cuando todo lo demás desaparece. Es, al mismo tiempo, melancólica y luminosa.
Un videoclip que no necesita explicar
Dirigido por la propia cantante junto a Jacob Bixenman y Brendan Walter, el videoclip de “End of the World” lleva esa emoción contenida a lo visual. Sin necesidad de efectos, ni narrativas complejas la propuesta es simple, pero cargada de intención: Miley Cyrus, sola en una habitación oscura, rodeada de niebla, en una sala a medio camino entre lo onírico y lo teatral, con una estética que recuerda a ciertas producciones cinematográficas de los años 90.
Something Beautiful: un proyecto más allá de la música
No es un disco más en su carrera. Según ha adelantado su equipo, el álbum será algo así como una “ópera pop visual”, donde cada canción se acompañará de una pieza cinematográfica. La estética será cuidada al milímetro, con Benoît Debie (colaborador de Gaspar Noé) como director de fotografía y Cyrus al frente de la producción ejecutiva junto a Shawn Everett.
Something Beautiful no solo es un álbum musical, sino también una declaración estilística. En el videoclip de “End of the World”, Miley Cyrus utiliza un vestido verde de Mugler, cuyo diseño minimalista refleja la intimidad de la canción. La moda juega un papel clave en este proyecto, complementando las emociones de la música y subrayando la evolución artística de la cantante. Cada prenda, cuidadosamente seleccionada, se convierte en una extensión de su identidad y visión personal.
Parece que este no será solo un disco para escuchar, sino también para mirar, para habitar, para sentir.
Miley Cyrus, en su mejor momento
Con un Grammy reciente por su colaboración con Beyoncé en “II Most Wanted”, Miley Cyrus se encuentra en uno de los momentos más interesantes de su carrera. Ya no necesita demostrar nada a nadie. Ahora canta desde otro lugar: uno más libre, más maduro, más suyo. Tras años explorando estilos tan dispares como el country, el rock psicodélico o el pop experimental, parece haber encontrado una fórmula propia, en la que las influencias se diluyen para dejar espacio a una voz personal, coherente y sin miedo a emocionarse (ni a emocionar).
Un final que trae algo nuevo
“End of the World” no representa un cierre, sino una transición: un tema que, pese a hablar de finales, se siente como una apertura a algo nuevo. En ella, Miley Cyrus no clama ni se resquebraja; observa, canta con serenidad y nos recuerda que, incluso en medio del caos, el arte sigue siendo un refugio. Con este tercer adelanto, todo indica que Something Beautiful será uno de los trabajos más ambiciosos y personales de su carrera. Y nosotros, como oyentes, tenemos la suerte de estar aquí para escucharlo.
Faltan semanas para conocerlo al completo, pero si algo está claro es que Cyrus está creando algo más que un disco. Está creando un universo que se siente honesto, íntimo y visualmente potente. Y, aunque “End of the World” hable del fin, lo cierto es que parece ser solo el principio de algo muy grande.