Mandragora: Whispers Of The Witch Tree, la joya húngara

La calidad de la entrega de Primal Games Studio es notable para un videojuego desarrollado por un estudio modesto

Mandragora: Whispers of the Witch Tree nos sumerge en un universo oscuro y decadente, el mundo de Faelduum, donde la vida se consume lentamente por una fuerza oscura conocida como la Entropía. El jugador asume el papel de un Inquisidor al servicio del Rey sacerdote, con la misión de erradicar a las Brujas, a quienes se les atribuye esta amenaza. Desde el inicio, la historia plantea un dilema moral intrigante, ya que las certezas que nos ofrecen comienzan a tambalearse, invitándonos a cuestionar no solo a quién servimos, sino también el verdadero significado de nuestras acciones.

La narrativa, aunque no innova en su planteamiento —que evoca motivos clásicos de persecución y conspiración— logra atrapar con una atmósfera sólida y un mundo que despierta curiosidad. Sin embargo, a medida que avanzamos, el impacto del argumento va perdiendo fuerza y la historia no se desarrolla con la profundidad que uno podría esperar. Los personajes secundarios y el trasfondo de Faelduum parecen un recurso desaprovechado, dejando la trama un poco por debajo de lo que su premisa sugiere.

Donde Mandragora realmente brilla es en su exploración y el diseño del mundo. El juego invita a descubrir sus rincones a través de escenarios variados, caminos ocultos y la constante búsqueda de tesoros y recursos, como las codiciadas raíces de mandrágora, que son esenciales para progresar. La combinación de un mundo “real” con una dimensión alternativa llamada Entropía, accesible mediante portales, añade una capa extra de misterio y desafío que fomenta la exploración continua.

El combate es un pilar clave en el juego, aunque con sus matices. La variedad de seis clases distintas permite adaptarse a diferentes estilos de juego: desde guerreros que luchan cuerpo a cuerpo hasta magos especializados, e incluso combinaciones híbridas. El árbol de habilidades ofrece un buen margen para personalizar a tu personaje y experimentar con diversas tácticas. Sin embargo, la mecánica de combate puede volverse algo repetitiva, ya que los enemigos suelen seguir patrones predecibles y la acción se limita mayormente a ataques horizontales. Esto puede hacer que la experiencia pierda frescura con el tiempo, especialmente en los enfrentamientos contra los jefes, que, aunque son desafiantes, no siempre ofrecen la variedad que uno desearía.

Un aspecto destacable es la dificultad del juego, claramente inspirada en los títulos soulslike, que presenta un reto significativo incluso para los jugadores más experimentados. Las opciones de ajuste de dificultad permiten cierta flexibilidad para adaptar la experiencia, aunque el nivel de desafío sigue siendo alto, lo que seguramente complace a quienes buscan un reto exigente y gratificante.

En el aspecto técnico, Mandragora sorprende de manera positiva. El Unreal Engine 4 se utiliza de manera efectiva para ofrecer un rendimiento fluido, con tiempos de carga mínimos y una estética visual cuidada. El diseño artístico, especialmente en los fondos animados y las ciudades, logra transmitir la atmósfera sombría y opresiva del mundo, compensando la escasez y repetición de enemigos, que es uno de los pocos puntos débiles a nivel visual y jugable.

La banda sonora, creada por Christos Antoniou de SepticFlesh, realmente merece una mención especial. Su trabajo le da al juego un tono épico y oscuro que encaja a la perfección con la atmósfera, combinando momentos intensos con otros más tranquilos y melancólicos. Además, el doblaje en inglés cuenta con voces de alta calidad, con actores que han participado en grandes producciones, lo que añade un extra de inmersión. La traducción de los textos al español facilita el acceso para los jugadores hispanohablantes, compensando la falta de voces en nuestro idioma.

El sistema de progresión y la gestión de recursos a través de la caravana y el Árbol de la Bruja aportan una gran profundidad y variedad. Los artesanos que se unen a nuestra causa —herreros, alquimistas, exploradores y otros— permiten crear y mejorar equipamiento, recetas y objetos, manteniendo al jugador siempre involucrado en la preparación para los desafíos que se avecinan. La duración de la aventura es generosa, superando las treinta horas y con la posibilidad de ampliarse mediante la exploración completa y las misiones secundarias.

Mandragora: Whispers Of The Witch Tree, para Cultus Magazine, es un SÍ ROTUNDO

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