Lee Miller, de las revistas a las batallas de la II Guerra Mundial

La historia de Lee Miller, fotógrafa de guerra y autora de algunas de las imágenes más emblemáticas de la Segunda Guerra Mundial, ha llegado a la gran pantalla en 2025. La directora, Ellen Kuras, nos presenta un biopic protagonizado por Kate Winslet, que cuenta también con nombres como Marion Cotillard, Josh O’Connor, Andy Samberg y Alexander Skarsgård.

Miller fue una aclamada modelo en los años 20, despegando su carrera en la moda entre las décadas de 1920 y 1930. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue la fotografía. “Prefiero hacer una foto que ser una” afirmó  Miller cuando se desvinculó del artista Man Ray para seguir su sueño de convertirse en fotógrafa. Con el paso de los años, su estilo se fue desarrollando, fusionando la estética surrealista con la crudeza de la fotografía documental.

Lee Miller fue los ojos de Vogue durante la guerra

Su vida transcurrió entre París y Londres, tal como se refleja en la película. Fue en Londres, mientras vivía con su marido Roland Penrose, cuando estalló la guerra. Decidida, Miller consiguió un puesto en Vogue, y el curso de los acontecimientos la llevó a convertirse en corresponsal de guerra. A pesar de las restricciones militares que impedían la presencia de mujeres en el campo de batalla, se asoció con su amigo David Scherman (fotógrafo acreditado de la revista Life) para poder llegar al frente. Después del Día D, fotografió batallas por toda Europa, y juntos siguieron a las fuerzas aliadas en su marcha hacia Alemania. “Era la única dama… que se quedó durante el asedio de Saint-Malo”, escribió Scherman más tarde.

 

Lee Miller durante la guerra

 

La película no solo se enfoca en sus logros, sino también en las difíciles condiciones a las que se enfrentó: la constante presión emocional, la adaptación a un entorno hostil y su lucha por ser respetada. Tanto Miller como Scherman recorrieron durante meses un continente devastado, enfrentándose a la cruda realidad de Europa. No dudaron en capturar con sus cámaras la liberación de los campos de concentración. Una de sus fotografías más icónicas, tomada en la bañera de la casa de Hitler tras la rendición de Alemania, retrata la complejidad de la victoria aliada y la ironía de la guerra, algo que ningún otro fotógrafo pudo plasmar con tanta precisión.

 

Lee miller, de las revistas a las batallas

 

Aunque la película se centra en su vida durante la guerra, también es un recordatorio de que el verdadero arte muchas veces nace de los momentos más oscuros y difíciles. Y que, incluso en medio del caos, la humanidad puede verse a través del ojo de una cámara.

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