El Festival de Cannes, famoso por su glamour e importancia cinematográfica, nació como un gesto de protesta política en 1939. Un grupo de cineastas e intelectuales franceses buscaba crear una alternativa al entonces prestigioso Festival de Venecia, controlado en ese momento por regímenes fascistas. Hoy hacemos un recorrido por su historia y evolución para comprender el impacto que sigue teniendo en la actualidad.
Aunque fue creado en 1939, no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando pudo celebrarse por primera vez, en 1946. El proyecto fue impulsado por Jean Zay, ministro de Educación y Bellas Artes en Francia, y el lugar elegido fue Cannes, una encantadora ciudad costera del sur del país, ideal por su clima y belleza natural. Por todo esto, y por haberse inaugurado tras la guerra, el Festival de Cannes se convirtió en un símbolo de libertad artística, glamour y cine de autor.
Durante las décadas de 1950 y 1960, el festival alcanzó repercusión internacional y se consolidó como uno de los más prestigiosos del mundo. Figuras como Grace Kelly, Sophia Loren, Brigitte Bardot, Luis Buñuel, Jean Cocteau o Roberto Rossellini comenzaron a formar parte de la leyenda del festival. Sin embargo, no todo fue glamour y perfección, también atravesó momentos de crisis. Uno de los más recordados fue en 1968, cuando el festival fue interrumpido en solidaridad con el movimiento estudiantil y obrero francés. A partir de ese momento, Cannes empezó a abrirse a nuevas voces, estilos y cinematografías de regiones poco representadas hasta entonces.
Renovación y diversificación
Las décadas de 1970 a 1990 estuvieron marcadas por tensiones, cambios políticos y transformaciones en la moda. Cannes se adaptó a los tiempos sin perder su espíritu. Se crearon secciones como Un Certain Regard, enfocada en propuestas innovadoras, y la Quincena de Realizadores, que ofrecía espacio al cine independiente. La Palma de Oro, su máximo galardón, se consolidó como uno de los premios más codiciados del cine mundial.
Ya en los años 2000, el glamour y Cannes se volvieron inseparables. La moda, el arte y el cine convergieron, dando lugar a un turismo cinematográfico sin precedentes. En los últimos años, el festival ha hecho esfuerzos por visibilizar a mujeres cineastas y ha abierto debates sobre género, diversidad y sostenibilidad. Hoy, Cannes no es sólo un escaparate para películas, es una declaración de amor al cine y a la moda.
Cannes y la moda: una pasarela paralela
Podemos considerar Cannes como una pasarela paralela al mundo de la moda. En una época sin influencers ni redes sociales, la alfombra roja del festival era una fuente de inspiración por los looks de actores, actrices e invitados. Durante las primeras décadas, las figuras como Grace Kelly o Brigitte Bardot lucían vestidos elegantes pero sobrios, acompañados de guantes largos, joyas espectaculares y peinados impecables. La mayoría de los diseños eran de casas francesas como Dior, Chanel o Givenchy.
En los años 70 y 80, con la explosión de las revistas de moda y la llegada de la jet-set internacional, el estilo se volvió más extravagante y mediático. Modelos, socialités y, más adelante, influencers comenzaron a formar parte del evento. El estilo se volvió más sensual y atrevido, con transparencias, escotes pronunciados y encajes. Ya en los 2000, marcas de lujo como Armani, Gucci, Valentino, y más tarde Elie Saab o Zuhair Murad, comenzaron a patrocinar los looks de actrices en la alfombra roja, convirtiéndolas en embajadoras de las firmas.
El dress code del festival no ha estado exento de polémicas. Desde Kristen Stewart quitándose los tacones en 2015 en señal de protesta, hasta Jennifer Lawrence “incumpliendo” el código en 2023 al llevar sandalias planas. En 2025, se impusieron nuevas normas que prohibieron los naked looks, en respuesta a vestidos con transparencias como los que lució Bella Hadid en años anteriores. Como era de esperar, la polémica invadió Cannes y las redes sociales.
La moda y el cine son un arte que nos ha acompañado mucho años, son una forma de expresión que va más allá de lo visual, muestran identidad y reivindicación política. El festival de Cannes sigue posicionado como la fecha estrella para los espectadores del cine y de la moda.