Análisis de las nominadas a Mejor Película en los Oscar 2025

La llegada de los premios Oscar representa cada año un punto de inflexión en la industria cinematográfica. Aunque no representan para nada el canón cinematográfico, siguen siendo un referente global y una excusa perfecta para debatir sobre las mejores producciones del año. En la edición de 2025, las nominadas reflejan una vez más un equilibrio entre grandes superproducciones, cine de autor y propuestas arriesgadas que desafían las convenciones.

Desde la victoria de Parásitos (Bong Joon-ho, 2019), la Academia ha tratado de demostrar un aparente cambio de paradigma en sus selecciones. Sin embargo, la estructura de las nominaciones mantiene ciertos patrones reconocibles: una o dos favoritas con opciones reales de triunfo, la superproducción taquillera del año, una película internacional de prestigio, el infaltable biopic y una obra de corte social o dramático.

Este año no es la excepción. A continuación, analizamos las nominadas al Oscar que compiten por la estatuilla a Mejor Película.

Emilia Pérez: La Polémica del Año

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La más discutida de las nominadas es, sin duda, Emilia Pérez (Jacques Audiard, Francia, 2024). Este musical narra la historia de un peligroso narcotraficante mexicano que transiciona de género en busca de redención. La propuesta de Audiard ha sido aclamada y cuestionada a partes iguales: ambientada en México pero rodada en París, cuenta con un elenco sin actores mexicanos y con protagonistas que no dominan el español (en su mayoría), lo que ha generado críticas sobre la autenticidad de su representación. A todo esto hay que sumarle las controversiales declaraciones de Jacques Audiard sobre los hispanohablantes y la cancelación de Karla Sofía Gascón por sus polémicos twits.

Una propuesta bizarra y ciertamente original, pero que falla en un error de concepto: transicionar de género no te redime de tus errores. Si juntamos esto con la representación del pueblo mexicano y una propuesta estética y sonora basada en el feismo, la propuesta de Audiard se queda en una broma de mal gusto que ha llegado demasiado lejos en los Oscar.

 

The Brutalist: Un Monumento Cinematográfico

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The Brutalist (Brady Corbet, Estados Unidos, 2024) es una experiencia cinematográfica totémica, titánica. La potencia de las imágenes creadas por Corbet es impresionante, un derroche visual y sonoro que te pasa por encima con una puesta en escena siempre ligada a la psique personaje de Adrien Brody, quien está espectacular al igual que todo el reparto, sobre todo, Felicity Jones.

Todo esto sería imposible sin el uso del formato Vistavisión, creado por la Paramount en los años 50. Se trata de un proceso donde se usa una película de 35 milímetros dispuesta horizontalmente en la cámara para crear fotogramas de 8 perforaciones, lo que duplica el tamaño y la resolución. The Brutalist es la primera película estadounidense en 61 años que se filma íntegramente en este formato. A efectos prácticos, lo que se consigue en pantalla y ve el espectador es una nitidez, profundidad de campo y un grano casi único e hipnótico.

La pausa de 15 minutos durante la película, lejos de romper la inmersión, es funcional y narrativa por las dos partes tan diferenciadas de la misma. Una experiencia en la que que, para poder disfrutarla en su totalidad, es necesario acudir al cine.

Con The Brutalist tienes la sensación de estar ante algo importante, trascendente, pero eso no significa que sea perfecta. Aunque sea una temática relevante, sobre todo por el contexto actual de Estados Unidos, el cine occidental solo parece saber tratar el drama de la inmigración obligada a través de los ojos de los judíos, algo en lo que es bastante discursiva. Además, su segunda parte es muy oscura, con secuencias donde la línea moral sobre lo que se debe y como se debe filmar está muy diluida. Y si analizamos muchos aspectos sobre la religión judía y el sionismo, nos sale una candidata a los Oscar por más motivos en los que se pueden ver más motivos que los estrictamente cinematográficos.

Cónclave: el Vaticano es más divertido de lo que parece

La muerte de un Papa y la elección de su sucesor sirven como base para este thriller eclesiástico. A pesar de su elegante puesta en escena, la película sigue las estructuras convencionales del género de suspense. Lo que la distingue es su reflexión sobre el poder, que bien podría aplicarse a la política o a una lucha empresarial. Con un Ralph Fiennes impecable, Cónclave es una obra de entretenimiento que, sin revolucionar el género, logra mantener la tensión hasta su desenlace.

Curiosamente, su plot twist final acaba rimando con otra de las nominadas a mejor película.

 

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Dune Parte 2 y Wicked: Las Grandes Producciones de los Oscar

La secuela de Dune (Denis Villeneuve, Estados Unidos, 2024) es la representante de la gran superproducción de Hollywood. Con una narrativa que explora el fanatismo religioso y el poder político, destaca por su impresionante factura visual y su complejidad temática. Villeneuve compone un blockbuster impresionante en el que ha conseguido lo imposible, hacer una película digna de la obra original.

 

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Por otro lado, Wicked (Jon M.Chi, Estados Unidos, 2024) se presenta como el otro gran musical nominado. Su tono autoconsciente y teatral la convierte en una experiencia vibrante, aunque su extensión es innecesaria, pues la película es una gran introducción a lo que veremos en la parte II. Ariana Grande es uno de los grandes aciertos de la película, sorprendiendo con su vis cómica y carisma genuina.

 

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Nickel Boys: La Joya Oculta

Nickel Boys

Si hay una joya oculta en los Oscar esa es Nickel Boys (RaMell Ross, Estados Unidos, 2024). Una de las propuestas más originales del año. En Nickel Boys, adaptación del libro de Colsón WhiteHead, nos cuenta la historia de dos chicos destinados a un cruento reformatorio de Estados Unidos. El qué está superpuesto al cómo.

Nickel Boys es en primera persona en gran parte de su metraje. Algo que ha funcionado a la perfección en los videojuegos, pero que rara vez ha tenido éxito cuando se ha llevado a cabo en el séptimo arte. Una mirada personalísima y empática, donde seguimos no solo la mirada del protagonista, accediendo a su forma de ver el mundo y de comportarse con el filtro del cine, si no a sus recuerdos y memoria en una película que fluye de manera atemporal. Nickel Boys no solo nos muestra una tétrica historia real si no que no deja de reinventarse a sí misma con nuevos recursos y nuevas ideas, que acaban adquiriendo un tremendo sentido ontológico y narrativo al final de la obra. Impresionante.

 

Anora: La comedia más triste que verás en mucho tiempoAnora

En Anora (Sean Baker, Estados Unidos, 2024) seguimos la desternillante historia de amor de Ani, una joven prostituta de Broklyn que se casa impulsivamente con el hijo de un oligarca ruso. Sean Baker es uno de los referentes del cine independiente estadounidense de los últimos años. Caracterizado por retratos sociales con personajes que viven en los márgenes de la sociedad, con un estilo visual naturalista y cámara en mano, Baker quiere ofrecer con su mirada un espejo a realidades complejas y fuera del foco, sin obviar los artificios del cine y sin huir de la comedia.

En Anora consigue su trabajo más estilizado y accesible, descubriéndose como una comedia bizarrísima plagadas de largas secuencias incalificables, pero llenas de corazón. Baker, casi siempre trabajando con actores poco conocidos, nos vuelve a descubrir a futuras estrellas en su reparto: Mikey Madison. Para la crítica especializada, el director siempre se haya en la fina línea del humanismo en sus retratos y el paternalismo respecto a sus personajes.

Aún estoy aquí

Aún Estoy Ahí: Memoria Histórica

Otra película internacional nominada a mejor película. Basada en las memorias de Marcelo Rubens Paiva, Aún estoy aquí (Walter Sales, Brasil, 2024) narra cómo su madre se vio obligada al activismo político cuando su marido, Rubens Paiva, fue capturado por el régimen durante la Dictadura militar de Brasil en 1971.

Una obra con un mensaje global de reconocimiento y memoria, pues la tragedia de la familia Paiva es algo que ha pasado y pasa en el resto del mundo. Se destaca más por sus buenas intenciones que por sus ideas rompedoras en lo cinematográfico, algo que tampoco le hace falta para un relato emotivo y funcional. La actriz, Fernanda Torres, carga sobre sus hombros todo el peso dramático con una mirada que auna la valentía y tristeza de su protagonista.

A Complete Unknown: Para fans de Dylan

A complete Unknown

No podía faltar el biopic, en concreto el biopic musical, en las nominaciones a los Oscar con A Complete Unknown (James Mangold, Estados Unidos, 2024). Normalmente estas películas sirven para el lucimiento de su actor principal. Y así es, pues lo mejor de la película es Thimotheé Chalamet, quien se entrega en cuerpo y alma para interpretar a Bob Dylan.

Dirige James Mangold, un director de oficio que crea productos solventes, pero desprendidos de cualquier tipo de personalidad. Lo conocerás de la última de Indiana Jones, de Le Mans 66 o de lo que es una de sus mejor obra, Logan.

Toda la luz y potencia de la película es desprendida de la figura y música de Bob Dylan, pues la cinta se conforma con seguir los mismos esquemas del género. Un completo desconocido vuela sobre seguro.

La Sustancia: El Terror se cuela en los Oscar

Uno de los grandes éxitos del año de forma inesperada es La Sustancia (Coralie Fargeat, Reino Unido, 2024). El género de terror lleva mucho tiempo en un gran estado de forma, pero parecía casi imposible que pudiera llegar a colarse entre las nominadas a mejor película. Una grata sorpresa para los fans del terror que una película splatter se haya metido en la conversación de académicos y el gran público.

Una crítica directa a la obsesión por la juventud, el edadismo, los estándares de belleza impuestos por la sociedad y, sobre todo, la presión que enfrentan las mujeres respecto a su cuerpo en la industria del entretenimiento. A la evidente reflexión de la película le acompaña una puesta en escena en el mismo sentido, una violencia estética en la que destaco esos primerísimos primeros planos al personaje de Dennis Quaid,, la banda sonora de Raffertie y, por supuesto, el cómo la locura se apodera de la película a medida que va cogiendo poder el fantástico, culminando en un genuino festival de gore y sangre.

 

 

Las olvidadas

Las nominaciones a los Oscar dejan fuera obras como Challengers (inentendible el ninguneo en las nominaciones a la impresionante obra de Luca Guadanigno), Civil War o Longlegs…

Ahora la pregunta queda en el aire: ¿cuál es la gran favorita? Y, más importante, ¿cuál es tu elección?

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