La salida de la primera edición de Alas de Ónix, la tercera entrega de la saga Empíreo de Rebecca Yarros, se ha visto truncada quienes se dedican a la reventa. Esta edición especial, que viene con los cantos pintados del color de la portada, se ha agotado en la mayoría de grandes superficies. Si contabas con ir a Fnac, Casa del Libro o Amazon para hacerte con la obra distribuida por la Editorial Planeta, más vale que corras a por ella si no quieres quedarte con las ganas.
Son muchos los usuarios que, principalmente en redes sociales como X (anteriormente Twitter), han mostrado su descontento hacia esta clase de prácticas que, según ellos, perjudican a los verdaderos lectores. Tal y como relata la cuenta @carnomiuart en su perfil de la red mencionada anteriormente: «fui a por Alas de Ónix a Casa del Libro en gran vía, delante mía había una pareja de reventas ya que ambos se llevaron 6 libros cada uno». Esta situación ha generado un debate sobre la necesidad, para proteger a los consumidores honrados, de establecer un límite de compra para evitar, o al menos reducir, el número de ejemplares que llegan a plataformas de segunda mano como Wallapop y Vinted.
A pesar del revuelo ocasionado por el hype de la primera edición de Alas de Ónix parece que, al igual que ocurrió con Alas de Sangre y con Alas de Hierro, la Editorial Planeta ha decidido no aumentar la cantidad de libros que cuentan con los cantos pintados. Queda la duda de si este título contará con una edición coleccionista enriquecida, cuyo éxito se queda muy atrás en comparación con el fenómeno de la primera edición. Veremos si lo último de Rebecca Yarros consigue enganchar tanto como sus predecesoras.